domingo, 22 de noviembre de 2009

JUAN Y BLANES Vicente (1812-1885)

JUAN Y BLANES Vicente (1812-1885)

Médico-Cirujano en Cuevas de Vera, “Ilustrado y competente tocólogo”.
Nació el 24 de enero de 1812 en Ibi (Alicante), de padres “de modesta fortuna” . Su padre era Vicente Juan y Albert, natural de Ibi y su madre Doña Josefa Blanes García, también natural de Ibi (Archivo Parroquial de Cuevas, libro 26,fol34 Vto.).
Tras estudiar latín y humanidades pasa a estudiar Medicina a Madrid, donde permaneció hasta 1840 (edad de 28 años) regresando a Ibi en esta fecha revalidado de “cirujano de primera clase “con la calificación de Notable.
Un compañero suyo de Cúllar-Baza le aconseja se instale en Cuevas de Vera a donde llegó para ejercer en 1843.
Casó con doña Mariana Esteban natural de Sax (entonces provincia de Murcia) de cuyo matrimonio nacieron ocho hijos: Francisco (soltero en 1885), Vicente* (nacido en 1854, fue médico) , Nicanor, Josefa, Dolores, Carmen, Aurelia y Mariano (todos estos casados ya en 1885). Vivía en la calle de La Esperanza. Registro Civil de Cuevas de Almanzora. Tomo, 24,p.8.
En 1848 cuando ejercía en Cuevas colabora con el Doctor Manuel Vicente Martínez* en la amputación de un brazo.
En el artículo: "Enormes magullamientos de varias partes del cuerpo y accidentes consecutivos y graves complicaciones amputaciones del brazo derecho Curación", Manuel Vicente Martínez relata las lesiones y la cura mediante una atrevida intervención quirúrgica a un vecino de Águilas llamado Agustín Escanez que trabajaba en una fundición en 1846, al que primero asiste de unas gravísimas lesiones y luego le amputa el brazo derecho. Asistido y aconsejado por su “digno amigo y comprofesor”, Vicente Juan y Blanes, cirujano ejerciente a la sazón de Cuevas de Almanzora, realiza la intervención que solo dura unos minutos. Entonces los cirujanos habían de actuar muy hábil y rápidamente ya que no existía la anestesia.



Amputación de un brazo
“Decidido y aconsejado á la vez por mi dignísimo comprofesor don Vicente Juan v Blanes, decidimos unánimes la amputación circular y según el método de Dupuytren, por un poco mas arriba del límite superior del tercio inferior del brazo, pues aunque existían varios equimosis en la parte media y superior del órgano creímos poder conservar una buena porción de él, esperanzados en la reabsorción de la sangre extravasada(sic) a las ocho de la mañana, estaba preparado todo, y trece minutos después se hallaba la extremidad(sic) amputada en poder del sepulturero; pero aunque el paciente toleró la operación con admirable valor, calculando la mucha: pérdida de sangre que había esperimentado, y lo muy ordenado de la reacción, no perdí de vista la escasez; fuerzas administrándole caldos animales, interpolados con las sustancias blancas v con alguna cucharada de bebida antiespasmódica, Me dio esta prescripción resultados que me propuse, porque habiéndose desenvuelto una baja y tolerable fiebre, cuando en el cuarto día dela operación, y quinto de tratamiento levanté el acosito, observe con gusto la moderada y benigna supuración La calentura, que nunca inspiró temores, desapareció hacia el sétimo día de tratamiento y se le prescribieron entonces dos sopicaldos en las veinte y cuatro horas que el estómago recibió bien. Aumentaronsele los alimentos de fácil digestión gradualmente, hasta que se le puso la medicación el día trece.”

En Cuevas permaneció ejerciendo la Tocología con mucho acierto diagnosticaba con gran acierto y llegó a practicar intervenciones quirúrgicas de mucha dificultad como la embriotomía o la cefalostomía. Llegó así a ser un consumado maestro de su especialidad aunque no llegó a publicar nada, ni perteneció a ninguna corporación científica, habiendo sido premiado eso sí, con la Cruz de Beneficencia. Era al decir de Doménech Sáez un hombre social, honrado, buen marido y excelente padre, siendo muy querido y casi venerado por todos los habitantes de Cuevas, donde asistió a más de 7.000 partos. Doménech se despide de él llamándolo: “joya de la modestia y guirnalda de la virtud profesional”.
Falleció a la una de la mañana del día 22 de Febrero de 1885 de “un catarro pulmonar crónico” según certificación facultativa de don Andrés Pérez López. Vivía en la calle de La Esperanza. Estaba casado con doña Esperanza Esteban. Dejó ocho hijos: Francisco, soltero y Vicente, Nicanor, Josefa, Dolores, Carmen, Aurelia y Mariana, todos ellos casados en 1885. Vicente fue también afamado médico oculista Vicente Juan Esteban (Blanes)* (1854-1942) .http://jagarciaramosmedico.blogspot.com/search/label/MANUEL%20VICENTE%20MARTÍNEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario